Cynthia
entró nuevamente a la habitación de John encontrándose con que él no estaba
ahí, pensó rápido en buscar a los chicos, y justamente Ringo iba entrando con
una sábana blanca para cubrir el resto del mobiliario, a juzgar por sus
facciones él también debía estar molesto pero no tanto como George o Paul. Al
menos el batería entendía un poco mejor los porqué de Brian y George Martín.
—¿Cómo
estás?
Cynthia
quiso probar con Ringo antes de decirle aquella noticia que estaba segura, terminaría
destrozando por completo al pobre John. Ringo no supo que decir, bien no estaba
dado a que The Beatles eran todo lo que tenía, desde que salieron de Liverpool
solo tuvo algunos agasajos con algunas chicas pero de ahí a algo serio nada.
Ringo fue el típico chico serio en esa agrupación por lo que Cyn le tenía
especial confianza.
—¿Pues
que quieres que te diga?
Ringo
se recargó en la pared, cruzándose de brazos, a él también le parecía increíble
que todo se les estuviese viniendo abajo en tan poco tiempo, pensaba en ir al
banco aquella misma tarde y ver cuánto tenía ahorrado, con eso tenía pensado
abrir un bar en Liverpool y establecerse de una vez en el puerto como un
empresario apacible y tranquilo. Claro por si las cosas con el grupo seguían andando
tal y como estaban.
—¿Es
difícil verdad?
Cyn
se acercó al batería poniendo una mano en la mejilla de Starkey, Richard se
impresionó, nunca había tenido ese tipo de contactos con la esposa de John
desde que entró al grupo.
—¿Qué
pasa Ritchie?
Cynthia
se reía a carcajadas, la expresión asustada de Ringo le partía de risa, que
ella supiese solo le colocó la mano en la mejilla no le enseñó un puñal.
—N…nada. —Ringo se dio cuenta de la estupidez que cometió. —Solo que… bueno…ya sabes, estoy algo presionado. He
pensado en alejarme de todo esto, montar un negocio propio.
Cynthia
ya sabía más o menos por donde quería picar Starkey, era de los que pensaban
que todo se iría de pique una vez que ellos dejasen los escenarios; solo que
creía que Ringo estaba actuando de manera precipitada, es decir ella no sabía
mucho de agrupaciones que estuviesen pasando por los mismos momentos que ellos
pero pensaba en que debían tener paciencia, pronto la gente olvidaría y
entonces ellos podrían volver a salir son la sombra de la frase que mencionó
John.
—¡Vamos
Ringo lo que menos necesito es eso!
—¡lo
sé! —Ringo tomó a Cyn de los hombros acercándola demasiado a
él. —Pero es que tengo miedo Cynthia, si lo admito lo he
pasado de maravilla con los chicos ¿pero y si nada sale como lo tenemos
planeado? ¿Qué vamos a hacer? ¡Imagínate como se pondrá Paul! Yo no quiero
hacerme falsas ilusiones Cynthia, es por eso que prefiero poner tierra de por
medio con esto antes que sea demasiado tarde y no pueda hacer nada.
Cyn
negó con la cabeza, era obvio que Ringo se comenzaba a desesperar y todavía no
empezaban, pero ella quería saber a donde llevaron a John.
—Por
cierto, John desertó de los cuidados de tu prima, dijo que no quería ninguna
enfermera que hiciese el trabajo que podías hacer tu.
Cynthia
abrió la boca, ¡maldito Lennon! Pero en fin que iba a hacerle, estaban hablando
de él, de John Lennon.
—Por
otro lado.-Prosiguió Ringo. —John
quiso mudarse a tu habitación, espero que no te moleste, pero insistió
bastante.
®®®®
Cynthia
no dijo nada, agradeció la noticia y se fue rumbo a su habitación, al entrar se
encontró a John fuera de la cama. Lo primero que hizo fue tomarle del brazo y
volverlo a llevar allí que era a donde tenía que estar.
—¿No
crees que he estado bastante tiempo en cama Cynthia?-Preguntó John enfadado
mientras dejaba que su esposa le acomodase las sábanas. —He pensado en salir a la calle un poco. Pero no sé si
Brian estará de acuerdo.
Cynthia
se mordió el labio inferior, lo pensó un poco mejor y ¿Por qué no? Después de
todo John ya estaba totalmente fuera d peligro, estaba consciente también que
el estar encerrado entre cuatro paredes no eran la medicina perfecta; no al
menos para alguien en convalecencia como John Lennon.
—Espérame
aquí. —Cynthia rápidamente le quitó las sabanas de encima, buscó
unos zapatos cómodos hizo que se los pusiese. —Iré a con Brian.
Sin
decir nada mas, John vio como su mujer salía de la habitación, apenas se
terminó de poner los zapatos volvió a tenderse en la cama; estaba seguro de que
tomar aire le haría bien, pero a la vez tenía miedo de sufrir un nuevo ataque
de otro ‘’fan’’ claro si es que a ese tipo de personas se les podría llamar
fans. Justo en esas estaba cuando vio a Paul abrir la puerta, Paul quiso
ayudarlo a incorporarse, pero John le puso una mano pidiéndole que parara.
—Todavía
estas débil Jhonny. —Paul se
sentó en la orilla de la cama palmeando sus pies.- Deberías quedarte en cama un
rato mas, ya sabes para que tengas una mejor recuperación.
John
bufó con mal humor ¿Hasta cuando le dirían todos que tenía que permanecer en
cama? Pero un momento…algo no andaba bien, la expresión de Paul se lo decía
todo; justo en ese momento comenzaba a sospechar que algo en torno al grupo
tenía algunas fallas, y quien mejor que McCartney para sacarlo de dudas. Pero en el momento en que John iba a
atreverse a preguntar algo Cyn entró con una silla de ruedas.
-¡¿En
serio quieres que me monte en esa cosa Cyn!?-Vociferó John ya visiblemente
molesto.
Cynthia
miró la silla de ruedas, a Paul y a John finalmente, este seguía en la cama,
por su parte Cynthia también se cansaba de ser toda dulzura con John, hasta ese
punto supo cómo mantener la calma.
®®®®
Y
lo siguió haciendo, fue Paul quien finalmente terminó de convencer a John de
sentarse en la silla, pues caminar no era lo más conveniente, A regañadientes
John se colocó los zapatos y se sentó con ayuda de Cynthia y Paul. La mañana
era especialmente fría, por lo que Cyn colocó un sleepy en sus piernas, una vez
listo anduvo con John hacia la salida, colocándose ella en la cabeza un gorrito
blanco de piel de conejo.
Una
vez en la calle, Cynthia movió la silla de John directamente al parque, buscó
una banca que estuviese algo apartada de la gente, notaba como John se ponía
nervioso cuando las miradas de los extraños se le clavaban, movía los dedos de
las manos o bien se ponía a tronarse los músculos del cuello.
Ya
más apartados del bullicio se dedicaron a ver el estanque de patos que estaba
en frente de ellos, Cynthia ayudó a John a sentarse junto con ella.
—Gracias. —Fue
todo lo que John atinó a decir luego de quedarse completamente en silencio por
45 minutos.
Cynthia
no dijo nada, una mirada tierna por parte suya fue lo que John tomó como
respuesta, Cynthia estuvo a punto de apartar sus ojos de John; sin embargo él mismo
le obligó a mantenerlos fijos en los suyos, si algo siempre le encantó de su
mujer era el extraño color de azul que tenía en los ojos, no eran un azul común
y corriente, eran más intensos, mas subidos casi, casi como un azul mar.
La
dejó tranquila luego de unos minutos, era difícil para ella volver a ser una
mujer casada, estaba consciente de eso y estaba dispuesto también a poner todo
de su parte para que el matrimonio mejorara, si algo agradecía al lunático que
el disparó en el concierto fue el hecho de tener a su esposa nuevamente con el
—¿Te
sientes mejor? —Cynthia
por su parte no encontró nada mejor que decir, el silencio le ahogaba.
—Sí. —John se concentró en las hojas que comenzaban a caer de
los árboles. —Esto es mucho mejor
que estar postrado en esa maldita cama, ya me dolía la espalda.
—Debes cuidar más lo que vayas a decir de ahora en
adelante John. —Cynthia
recordó lo último que el doctor recomendó. —Es tu principal defecto.
—Ahora resulta que he de callarme para mantener a esa bola
de parásitos religiosos contentos.
—No es por eso John, es por seguridad personal.
—¡Bah que se vayan al demonio! .—John miró como Cynthia le veía reprochadoramente, en
realidad tenía razón, solo que el costaba admitirlo— Charlemos de otras cosas, esto me pone mal.
—Perfecto.
¿De que quieres hablar?
John
le miró de modo fijo, después tomó su mano derecha entrelazándola con la suya.
—De
nosotros.
Cynthia
sintió que un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Sabía que John iba a
insistir sobre preservar el matrimonio y
bueno ella de algún modo lo hacía por Julián. Aunque también tenía que
contarle a John de lo que habló hacia unos minutos con Brian.
—John. —Cynthia se tallaba las manos nerviosa. —Creo que no es el momento para…
—No
pienso divorciarme Cyn. —Habló
John claramente, no iba a dejar que el hijo de perra de su cuñado se saliera
con la suya. —En serio creo que todavía podemos
tener salvación.
Cynthia
se quedó sin habla, John se le había adelantado, intentaba juntar unas cuantas
frases, pero le era imposible estaba ya acostumbrada a ser libre, a mandarse
sola que todavía sentía un poco de miedo de volver con John, no quería de
cierto modo cortarse las alas que nuevamente crecían.
—Sé
que te hice daño Cyn. —John
volvió a tomar sus manos entre las suyas. —Pero
puedo repararlo, todavía estamos a tiempo por favor, por Julián.
Cynthia
sentía que las cosas se le salían de las manos, John estaba rogándole
prácticamente por una nueva oportunidad ella también quería eso pero al mismo
tiempo tenía miedo de que las cosas con el tiempo, volvieran a ser lo de antes.
Estaba consciente de que todos cometían errores y que nadie era perfecto pero a
la vez se ponía a pensar en los momentos dolorosos que tuvo que pasar por causa
de John.
Sin
embargo también estaba Julián aunque era demasiado pequeño para entender
algunas cosas, se ponía a pensar en cómo lo pasaría una vez que su padre ya no
estuviera definitivamente con ellos, no sería igual que antes por mucho empeño
que ella pudiese poner para explicarle las cosas al niño una vez que tuviera la
edad adecuada para eso. Sería prácticamente como hablar con la pared. Nadie
mejor que ella sabía lo que significaba el tener que soportar un divorcio a
temprana edad, sus padres se divorciaron cuando ella apenas tenía diez años y
al año de divorciados, su padre volvió a casarse y tuvo otra familia.
Se
negaba a darle la misma experiencia a Julián, por eso pensó que lo mejor sería
olvidarse de lo que sucedió con Victoria, y darle paso a la hoja dándose otra
oportunidad con John.
—Está
bien. —John le tomó la mano depositando varios besos en ellas. —Solo que si vuelve a suceder, esta vez no pienso
perdonarte John.
—No
te preocupes. —John tomó con ambas manos el rostro
de Cynthia besándole la frente; era todo lo que necesitaba para sentirse
completo. —Me encargaré de que no vuelva a
pasar, Solo que una cosa mas Cyn ¿Por qué últimamente todos andan serios,
también te cuento a ti? Estuve a nada de preguntárselo a Paul, pero llegaste tú
y tuve que quedarme callado.
Lo
que Cynthia temía al fin pasaba, era obvio que John no iba a quedarse quieto
sin sospecharse nada antes, las caras largas, las facciones serias, le dieron
ánimo para mostrar inquietud, y preguntarse que pasaba alrededor del grupo que
él mismo formó.
—No
va a gustarte John. —Cynthia
se quitó de la cara un mechón de cabello que le estuvo dando molestias, a su
vez John se ponía rígido en la silla de ruedas, apretando las manos en los
soportes y tragando saliva a duras penas. —Antes
de hablar quiero decirte que Brian y George Martín pensaron esto por ustedes,
no quieren que haya más atentados como el que tuviste y…
—Al
grano Cyn. —Espetó John enfadado nuevamente, Cyn
tenía razón, eso no le iba a gustar.
Lo
que tampoco le gustó fue que en el momento justo en que Cynthia le estaba a
punto de contar lo que sucedía, llegaban al parque Ringo, Paul, George, Brian y
el otro George con cara de pocos amigos.
—¿Qué
coño e traes Brian? —Preguntó
John ya fuera de sí, Cynthia tuvo que apartarse de su lado, para dejarle el
lugar a Brian ella de plano, no pudo decirle nada.
—Lo
estoy haciendo por el bien de todos Johnny. —Brian se desajustó la corbata con tantos nervios encima,
respirar era difícil. —A todos
nos parece injusto, pero llegué a la conclusión de que era lo mejor.
—Quiero
que hables Brian. —John intentó darle un golpe, Cynthia
colocó su mano en el hombro izquierdo lo que le hizo calmar un poco. —Dime que está pasando.
—John
entre Brian y yo decidimos que dejen los escenarios por un tiempo. —George Martín consideró que era mejor decirle de una vez
las cosas tal como estaban.
John
por su parte se sintió que estaba cayendo a un pozo profundo, un abismo en
donde por más que gritara nadie lo iba a ayudar ¿Cómo que salir de los escenarios?
Se negaba a aceptar tal cosa, para él los Beatles eran su vida, su sueño y sin
ellos se sentía completamente inútil.
—¿Qué
dijiste Martín? —Acotó digiriendo ahora sus ojos
desorientados hacia George, este se impresionó por la reciente expresión que
había en su cara. —¿Cómo que desaparecer?
—Sí,
John como lo escuchaste, solo será un descanso. —George Martín se apresuró a decirle como tenía pensado
que pasaran las cosas, la gente y los mismos fans estaban muy enojados con las
últimas declaraciones de John, estaba claro que el seguir grabando no les
ayudaría en nada a parte, estaba
haciendo esto para ponerlo como prueba a la gente que seguía a Los Beatles, si
ellos desaparecían por un tiempo, se daría el lujo de hacer que fuese la misma
gente la que los extrañara y pidiese el regreso. —Mira John con tus declaraciones los fans se enojaron y
pues…no han tenido muy buenas críticas sería mejor que aguardaran un tiempo
antes de volver a aparecer, no te preocupes los tendremos activos aunque no en
el mundo de la música, harán otras cosas que los mantengan ocupados de día y de
noche todo con el afán de que no piensen
tanto.
Aunque
George sonaba algo obvio para John eso no era suficiente, debía haber más
motivos para tomar una decisión así de fuerte no podían apartarlos así como
así. Aunque comprendía que en el fondo Brian y George tenían razón; John terminó aceptando lo que les tocaba a
cada uno, la vida le puso pruebas peores estaba seguro que de esta saldría bien
librado como en las demás.
—Ven
John. —Cynthia tomó la silla de ruedas conduciéndolo de nueva
cuenta el apartamento. —Creo que
es hora que volvamos, hay que hablar más tranquilamente y este no es un buen
sitio.
®®®®
Antes
de llegar al apartamento los demás tuvieron que precipitarse, ya que se
escuchaban las voces de la prima de Cynthia y el que supuestamente John
reconoció como su ‘’adorado cuñado’’. Era de esperar que Bill Powell no se
hubiese quedado tranquilo, no quería que su hermana volviera a caer con el
bastardo de Lennon por lo que tomó la decisión de ir a Estados Unidos y llevarla de vuelta a Londres, tal como prometió.
Pero
al entrar se topó con pared, Marie todavía no terminaba de irse cuando sintió a
su primo entrar hecho una fiera y exigiendo ver a John, Paul y Ringo fueron los
primeros en entrar, u vieron como Marie forcejeaba a duras penas con Billy
inmediatamente acudieron a ayudarla
tomando cada uno al hermano de Cynthia por los brazos.
—¿Se
puede saber que hace usted aquí? —Cuestionó
Ringo sentándolo de un sopetón en el sofá.
—Solo
trato de evitar que mi hermana caiga de nuevo con ese hijo de puta.-Soltó Billy
sin poder evitarlo. — ¿No me
digan que ya ha logrado engatusarla con sus mentiras otra vez.
—Temo
que ese asunto solo es mío.-Billy se paró de golpe apenas vio a Cynthia entrar
al apartamento y Brian seguido de ella empujando la silla de John, alzó un poco
más la vista, logró ver como el bastardo esbozaba una sonrisa burlona. —He decidido darme un segunda oportunidad con MI. —Cynthia hizo énfasis en esa palabra.-Marido, quiero que
Julián tenga una familia como se debe, ya John está dispuesto a cambiar.
Billy
sentía en ese momento que la rabia se apoderaba toda de él impidiéndole
escuchar y ver, solo miraba en su interior y la primer imagen que aparecía era
la de Lennon sentado en esa maldita silla de ruedas, riéndose estrepitosamente
a carcajadas de él al tiempo en que lo apunta con el dedo, para Billy es
desesperante ver que su hermana a la primer palabra bonita que le mienta ese
canalla se pone sorda, tonta y ciega.
Se
puso en pie caminando hasta ella, solo que esta vez Paul y George Harrison le
impidieron el paso, pero Cynthia voluntariamente se le puso enfrente.
—Dime
lo que tengas que decirme Billy, puedo parecer una mujer tonta pero no lo soy,
créeme que tuve que pensar mucho antes de tomar la decisión de volver a irme
con mi marido, pero pienso no solo en mí; también en Julián también lo necesita
a su lado, y tengo razones muy poderosas para no querer negarla le oportunidad
de estar nuevamente con su padre.
Esta
vez John dejó de reírse, se quedó sin entender cuando ella mencionó eso de
‘’razones poderosas’’ ¿Qué sería tan poderoso para hacerla desistir finalmente
del divorcio?
—Lo
sé. —Billy le sobó los brazos, ya un tanto más calmado, pero
no dejaba de estar enojado con su cuñado. —Pero
no quiero que te vuelva a dañar.
—Estoy
segura de que no lo hará.-Cynthia intentó sonreír, pero no pudo la situación
del momento le tenía los nervios completamente crispados. —Billy tengo veinticuatro años; se supone que soy mayor de
edad y puedo elegir lo que crea conveniente.
A
Billy no le quedaba de otra más que acatar la última decisión de su hermana, al
menos le provocaba satisfacción el ver a su hermana madurar de una manera que
nunca se lo imaginó, ahora tal como Cynthia decía quería para su sobrino una
familia de verdad; eso también se lo comprendía por lo que tuvo que retirarse
del apartamento no sin antes echarle una última mirada asesina a Lennon, por el
momento dejaría las cosas tal como estaban pero si volvía a suceder algo
parecido entonces estaría dispuesto a matarlo si era necesario. Pero de Cyn ese
patán no se reiría dos veces.
®®®®
Brian
dispuso volver a Liverpool el jueves a la mañana, Cynthia se encontraba en su
habitación empacando la poca ropa que llevó a Los Ángeles y la de su marido
John entre tanto se sentó en una silla mecedora y miraba las personas pasar por
las calles a través del ventanal.
Cynthia
levantó la cabeza pudiendo observar que John estaba igual que todos, decaído,
triste era normal. Se le acercó y sin que él se diera cuenta le dio un extenso
beso en la cabeza, John llevó su mano derecha a la cabellera rubia de su esposa
agradeciendo con una sonrisa aquel gesto por su parte, eso era lo que
necesitaba para poder seguir adelante en esos momentos que seguro eran los mas
difíciles de su vida.
—Gracias
Cyn.-John apretó la delicada mano de Cynthia entre la suya. —Creo que de no ser porque te tengo a ti y a Julian ahora
mismo estaría pegándome un tiro en la cabeza.
—¡No
digas tonterías John. —Cynthia se precipita a John. . —Solo tienes que tener paciencia, ya verás que tarde que
temprano volverán y todo será Igual que antes.
John Levantó la cabeza, todos trataban de
darse ánimos argumentando lo mismo, pero para él los días a partir del momento
en que volviesen a pisar Liverpool serían contados como años, cada minuto,
equivaldría a una hora, una hora a una semana y la semana a un mes. Todo era
tan trágico en él ¿Qué no podía hacer nada sin que algo malo se le atravesara
en el camino?
. —John.-Cynthia le levantó el rostro que se encontraba
cabizbajo. . — Mírame Johnny, te aseguro
que yo voy a estar siempre contigo, no me importa lo que digan ni mi madre ni
mi hermano total, es mi vida yo decido a lado de quien vivirla, y ese alguien
eres tú para eso te necesito fuerte John.
John ya no pudo más las palabras de Cynthia
le sonaron altamente sinceras, se paró como pudo de la silla de ruedas en la
que lo postraron desde en la tarde abrazándola tan fuertemente que de un
momento pensó que le sofocaría entre sus brazos algo débiles.
.—De acuerdo Cyn, tú ganas lo hago si estás conmigo.
—Sabes que sí John.